Clara Pazos

recuerda y se ilumina

bosques y caballos
reunidos en la isla

predestinada imagina
las vidas y el porvenir

capturando todo
estudiantes y aficionados, tiemblan

no abandonan sus cuevas
no siembran
no cuidan
no aman

pan de mí

de norte a sur la leona acecha
cautivando a sus presas
carnívoros y caníbales, rezan

donde la semilla no desea
satisfacer al cuerpo ni a la mente,

donde el brote es puro
y se asemeja al cristal,

los sueños que dibujo
se hacen forma entre mis dedos

lo que es bello en sí mismo
es todo poder

nuestros pies se enraizan
en el cielo

aún no te toco
te escucho
aún no te veo
mis pies
descalzos corriendo
en bajada sienten
cosquillas
de vos

caja de zapatos

¿fuiste feliz?
en el principio y en el fin

dos vidas pareciera una
dos se asemeja a un mar

de lo ilusorio
de lo real

permanente encrucijada

corazón en llamas
ojo de sol

los que hablan no saben
los que saben no hablan

enamorados del mundo
enamorados de Dios

saca todo
lo que sobra

despierta
y muere de una vez